En la primera fase del Colegio Santa Mónica, la solución técnica para la instalación fue adaptada para conseguir que las elevadas prestaciones que se pretendían encajasen con las restricciones técnicas, económicas y de plazo. Al margen de criterios habituales de cualquier obra arquitectónica (estéticos, funcionales, de durabilidad, etc) surgen otras exigencias que acotan la solución válida para este proyecto. Algunos de ellos son:

  Precisión constructiva: se construyen los espacios de manera modular, debiendo ensamblarse una vez transportados al destino. Los puntos de conexionado de obra civil e instalación requieren de gran coordinación, así como el ensamblaje entre módulos, tanto a nivel estructural como de instalaciones.

  Flexibilidad material: los materiales deben contar con un grado de flexibilidad elevado para no sufrir daños en el transporte. Los márgenes dimensionales y la capacidad de soportar importantes movimientos son clave para mantener la calidad una vez posados en el solar.

  Ajuste dimensional: las dimensiones de los módulos se encuentran limitadas por las normativas de transportes locales, provinciales y estatales, que afectan tanto a la flota de transporte simultánea (que impide llevar un determinado número de camiones en función de las horas y los días) como a las dimensiones máximas de estos.

  Fabricación de un prototipo a escala real: En este punto el ajuste presupuestario es importante, ya que llevar al límite las dimensiones máximas encarece y dificulta cada transporte al englobarse en Transportes Súper Especiales, con mayores restricciones en la tramitación de licencias y que a su vez exige un convoy con vehículos de apoyo delante y detrás de la carga. Si los módulos son excesivamente pequeños se penaliza el número de transportes para conseguir una idéntica superficie. Del mismo modo se multiplican los metros lineales de ensamblaje y los puntos de conexionado, lo que también afecta en el ámbito económico por alargar y puesta en uso del edificio. Se ha estudiado el óptimo dimensional que se adecue a un transporte equilibrado, y esta es una de las grandes evoluciones que tuvo el proyecto desde su concepción en anteproyecto hasta su definición integral en proyecto de ejecución. De una estimación inicial de 54 transportes se pasó a 29 para resolver idéntica superficie.

  Velocidad de ejecución: se ha recurrido a la construcción en seco en el 100% de la obra, de modo que su fabricación no ha contado con tiempos de fraguado. En definitiva se ha recurrido a la soldadura, el atornillado, el encajado, el roscado o el pegado para todas las soluciones constructivas de la edificación modular.

  Recuperabilidad: la instalación ha sido proyectada para conseguir un elevado grado de resistencia ante posibles reubicaciones. De este modo se pretende transportar en el futuro a otras localizaciones consiguiendo mantener integras todas sus características, La reinversión prevista en cada transporte no será mayor del 10%, que se corresponde con la adaptación de la huella de la obra civil ejecutada a nuevos fines distintos al soporte de la instalación. En este proyecto el concepto de reciclaje eleva su definición. La demolición como tal queda difuminado frente al montaje, el desmontaje e el transporte, lo que además es compatible con una actualización o renovación de acabados o instalaciones que alarguen la vida útil del producto.

  Prestaciones presentes y futuras: la movilidad del inmueble genera una serie de decisiones que deben limitar la usabilidad futura del edificio. Las características técnicas que permiten cumplir las distintas normativas (en este caso y de manera reducida, Código Técnico de la Edificación y RITE en el ámbito constructivo y Requisitos Mínimos y Recomendaciones generales, locales y estatales de los centros docentes en el ámbito educativo) obligan a un análisis inicial sobre las posibles ubicaciones que puede ocupar la instalación, de modo que se sigan cumpliendo las distintas normativas allá donde se requiera sin realizar modificaciones. En este sentido la carga de nieve en el ámbito estructural y las condiciones de aislamiento en el diseño de las envolventes marcan la diferencia de manera significativa.

  Instalaciones especiales: las distintas distribuciones de las instalaciones han sido diseñadas para ser desconectables en los encuentros entre módulos. En este sentido se han evitado algunos tipos de instalación cuyo encaje constructivo hubiese sufrido en los adosamientos modulares. La precisión de los distintos sistemas se consigue gracias a una definición de proyecto muy elevada, pero también a la realización de un ensamblaje previo, en fábrica, de todos los sistemas y subsistemas, lo que reduce drásticamente el riesgo de errores en obra, donde el margen de maniobra queda reducido ante el hecho evidente de tener el edificio terminado.